El Día del Arquitecto.
DIARIO DE LA MARINA.
La Habana, 13 de Marzo de 1956.
Transcripción de la entrevista realizada por un periodista del Diario de la Marina al Arquitecto Eduardo Cañas Abril, secretario del Colegio Nacional de Arquitectos, el 13 de Marzo de 1956, con motivo de la celebración del Día del Arquitecto. (Enlace).
(El texto se encuentra en las páginas primera y 32 del diario).
- Marcaron el paso los arquitectos de Cuba
- Sus últimos congresos internacionales
- Las ponencias cubanas se tornan doctrina.
El Colegio Nacional de Arquitectos ha venido tomando parte muy activa y destacada en los últimos congresos de Arquitectura y Planificación, tanto en los de carácter mundial organizados por la Unión Internacional de Arquitectos, como los americanos convocados por la Federación Panamericana de Asociaciones de Arquitectos, logrando éxitos verdaderamente notables que han servido para colocar a la institución de los arquitectos cubanos en un marco de muy alto prestigio que sin duda es honra para nuestro país.
Deseando el periodista dar a conocer algunos de estos interesantes tópicos con motivo del «Día del Arquitecto» (13 de Marzo), ha entrevistado al respecto a quien, según sus propios compañeros de profesión, nos podía brindar la más exacta y valiosa información. Nos referimos al distinguido y talentoso arquitecto Eduardo Cañas Abril, secretario del Colegio Nacional de Arquitectos, que ha sido el autor y ponente de las mociones cubanas presentadas a esos congresos y que tan extraordinarios éxitos lograron, no solo al resultar aprobadas por unanimidad, sino al ser elevadas a la consideración de conclusiones básicas o “Doctrinas” en materia de arquitectura y planificación.
Y ya frente al arquitecto Eduardo Cañas Abril, el cual gentilmente ha accedido a nuestra misión, le formulamos nuestra primera pregunta.
– Dígame arquitecto, ¿En qué han consistido esencialmente los triunfos obtenidos por los arquitectos cubanos en los últimos congresos de Arquitectura?
– Pues sencillamente – nos responde – en lograr que sus ponencias sobre los temas de “Vivienda Popular”, “Habitat”, “Función Social del Arquitecto” y “Planificación Integral” hayan sido aprobadas y elevadas a la categoría de conclusiones básicas en los congresos VIII Panamericano, en México en 1952, III de la D. I. A. de Lisboa en 1953, IV de la U.I.A. de La Habana en 1955 y en el último, el IX Panamericano de Caracas de septiembre del pasado año. Estos congresos han tenido como temas fundamentales los mencionados anteriormente. A todos estos eventos Cuba llevó ponencias abordando principios y generalidades sobre sus temas básicos, y podemos afirmar con honda satisfacción y orgullo de arquitecto y de cubano, que todas ellas merecieron la más exitosa aprobación. Si tenemos en cuenta – agrega -, la calidad de los trabajos presentados en esos congresos y la personalidad de los arquitectos de distintos países autores de los mismos, podemos decir lo que muchos colegas extranjeros expresaron públicamente: que la delegación cubana ha sido en todos esos Congresos la más destacada y la que ha “marcado el paso” y dado vitalidad polémica a los mismos. (continúa página 8-B, la 32 en Go To)
Arquitecto, tenemos entendido que Usted prácticamente ha llevado la voz ”cantante” en algunos de esos congresos, ¿Es eso así?
_ Bueno, tanto como eso no y sería por demás una petulancia de mi parte si lo afirmara. Lo que si puedo decirle es que las ponencias que personalmente tuve el honor de presentar en los Congresos mencionados en representación del Colegio Nacional de Arquitectos, como las otras que estaban bajo la responsabilidad de distinguidos compañeros como el profesor Arq. Pedro Martínez Inclán, el Arq. Agustín Sorhegui, nuestro querido presidente, y el Arq. Manuel de la Tapia Ruano, entre otros, resultaron tan certeras, y fueron defendidas con tanto calor y firmeza, que al fin lograron – en ocasiones superando no pocos y difíciles obstáculos – su total aprobación entre los más ruidosos aplausos cuando no verdaderas ovaciones.
Como las que yo defendí se contraían a los temas básicos de esos Congresos y además tuve el alto honor de ocupar, por elección, posiciones cimeras de presidente de comisiones de gran importancia y de Asambleas Plenarias de los temas principales, y quizás también porque tuve que realizar en ocasiones diversas – utilizando toda clase de recursos polémicos – múltiples intervenciones para defender nuestros criterios, es por lo que estimo que usted ha formulado la aseveración que encierra en su pregunta.
¿Qué materia o parte de las mismas ponencias que usted ha presentado, y que tanto éxito lograron, considera de mayor importancia o trascendencia?
– Las materias de las ponencias que me confió mi institución tienen sin duda, para mi, pareja importancia, pero no obstante, la definición del concepto Planificación Integral me luce, como parte de esas materias, la de mayor trascendencia. En efecto, este concepto de Planificación Integral ha sido objeto de diversas interpretaciones y múltiples discusiones sobre todo en lo que respecta a la palabrita “integral”. Las bases y principios que contribuimos a sentar tanto en México – en que coincidimos totalmente con el criterio del insigne y dolorosamente desaparecido Arq. Carlos Lazo, uno de los más eminentes pioneros de la Planificación Integral – como en Lisboa y La Haya, en que tras denodados esfuerzos tuvimos el privilegio de introducir la palabra y el concepto en las conclusiones y acuerdos finales, contribuyeron extraordinariamente y nos dieron un gran peso para que el Congreso de Caracas adoptase de manera definitiva la interpretación y definición del concepto “planificación integral” tal cual nuestra ponencia propugnaba. Esto, sin duda alguna, constituye un legítimo triunfo para Cuba y sus arquitectos, como lo es, evidentemente, el que la “doctrina” sobre la función social del arquitecto esté integrada, total y textualmente, con todo lo que nuestra ponencia proponía al respecto.
¿Qué repercusiones estima usted han tenido esos acuerdos en los que Cuba ciertamente ha tenido tan importante participación?
– En lo internacional: que ya los arquitectos contamos con un Cuerpo Doctrinario muy útil para orientarnos en el desarrollo de nuestra función social, en la planificación y muy especialmente en lo que respecta a la vivienda popular; y que habiendo sido los arquitectos cubanos los que aportaron a esas doctrinas tan fundamentales (ilegible, no más de tres palabras) ..do no la totalidad de sus puntos esenciales, se ha elevado consecuentemente, y de manera considerable, el prestigio de los arquitectos cubanos y de su organización representativa, el Colegio Nacional de Arquitectos, ante los colegas de todos los demás países. En lo nacional – y esto es muy importante, amigo periodista, nos dice el Arq. Cañas Abril, poniendo mucho énfasis en sus palabras – que nos ha servido de mucho para avalar las campañas que veníamos haciendo por la Planificación Integral en nuestro país, hasta el punto que, por nuestro esfuerzo, unido desde luego al de otras distinguidas clases profesionales, pero sobre la base de los éxitos obtenidos y las resoluciones adoptadas en esos Congresos, hemos logrado la promulgación de la Ley Decreto 2013 sobre Planificación Nacional y la creación de la Junta Central de Planificación, Ley y Organismo que están inspirados y basados ciento por ciento en todas las resoluciones de los Congresos referidos.
Conocidos y notables arquitectos de diversos países y algunas prestigiosas instituciones de colegas han transmitido por diversos medios sus congratulaciones a los arquitectos cubanos por estos triunfos nuestros, habiéndose centrado en ocasiones algunas de estas expresiones en nuestra modesta persona, cosa que mucho nos enaltece y honra y que hemos aceptado, considerando no merecerlo, por estimar que hemos sido en todo caso el vehículo o el pretexto que han tenido esos compañeros y esas instituciones extranjeras para rendir homenaje, si muy merecido y muy justo, a los arquitectos cubanos, a nuestro Colegio nacional de Arquitectos y a nuestro país.
-Díganos , arquitecto, ¿Cuál es el motivo de que en los últimos Congresos de Arquitectura han venido escogiendo reiteradamente como tema principal, el de la Planificación?
– Me satisface mucho su pregunta la cual considero muy oportuna y conveniente por la respuesta que me voy a permitir exponerle. Y con esa locuacidad que le caracteriza y como si estuviese en la tribuna de un Congreso de esos en los que ha sido figura destacada, el Arq. Cañas Abril nos dice con la seguridad de quien domina y le subyuga el tema: La arquitectura en todo tiempo ha sido reflejo del ser social y fiel intérprete de su época, de su medio, de su ambiente natural, y por ende, de la comunidad. Siempre que ha sido genuina, y a través de todos los tiempos, ha evidenciado su consorcio íntimo al urbanismo y a la planificación – aun mucho antes de siquiera conocerse o existir tales términos – para poder traducir mejor los reales sentimientos y apetencias materiales y espirituales de la comunidad, especialmente las de su elemento constitutivo, el ser humano. El arquitecto, para darle expresión a la arquitectura se basa en el conocimiento del medio, y este conocimiento evidentemente no lo puede lograr actualmente en la forma que antes utilizó. Ante la complejidad de la vida presente, ante le súbito cambio producido en el medio por el impacto insospechado de la era de la máquina y de la revolución industrial, el arquitecto necesita hoy de una conjunción de técnicos y especialistas entre los cuales evidentemente tiene que estar él, valiéndose de los recursos de la ciencia y de la tecnología moderna, le de la información, conocimiento y diagnóstico real del medio actual para poder ubicar en él debidamente su obra arquitectónica, que jamás es cosa aislada del ambiente que la rodea. Esta tarea no se puede hacer más que por la Planificación Integral, y es por eso que los últimos Congresos, velando por la arquitectura, por su autenticidad y prestigio y por la consecuente función social del arquitecto, han venido sentando su máxima preocupación en esta moderna ciencia-arte que tan estrecha, íntima y obligada relación tiene con la arquitectura, con la genuina arquitectura, entiéndase bien.
Y concluyendo nos agrega: “algunos nos preguntan el por qué los arquitectos vienen propugnando tan insistentemente la planificación. Si es acaso que quieren tomarse para si la vastedad de este campo tan importante. No es por eso. Es sencillamente porque el arquitecto no puede hacer verdadera arquitectura, no puede realizar a cabalidad su función social que le imponen los tiempos actuales, sin que se ubique dentro y por las normas de la Planificación Integral . Hacer arquitectura en nuestros días, – subraya nuestro entrevistado – al margen o dando la espalda a la planificación Integral, es no reflejar con honradez profesional, y por consiguiente con fidelidad, el medio que le rodea; es no interpretar las reales necesidades y peculiaridades del ser humano: es, en suma, no hacer arquitectura genuina, es negar su sentido y finalidad.
Arquitecto Cañas Abril, puede darnos a conocer esas resoluciones finales de los Congresos de Arquitectura a las que la delegación cubana tanto aportó y en las que usted, según todas nuestras noticias, tuvo un rol de extraordinaria importancia.
– Con sumo gusto, aunque rechazo – nos dice con modestia – los inmerecidos elogios que para mi envuelve su pregunta. Creo que con las resoluciones de los temas del último Congreso de Caracas, o sea el IX Congreso Panamericano de Caracas, son como una concreción o síntesis de ponencias nuestras y de resoluciones al efecto de los Congresos de México, Lisboa y La Haya. Además, – nos dice – estas conclusiones de los temas básicos del Congreso de Caracas y que incluye todo lo que propusimos sobre esos temas, con la adición de una magnífica tecnología de la Planificación Integral propuesta por la delegación de Venezuela, constituyen lo que el IX Congreso Panamericano acordó se considerase y denominase “La Carta de Caracas”.
Y ya para terminar agrega: “no quiero dejar de expresar que la delegación cubana obtuvo otros grandes triunfos con la aprobación de ponencias correspondientes a temas especiales que también el Congreso de Caracas incluía en su convocatoria. Entre estas mencionaremos las relativas a la Integración de las Artes Plásticas, del Arq. Manuel de Tapia Ruano, la de la “Función Social del Arquitecto a través de sus organismos profesionales”, del Arq. Agustín Sorhegui, “ La Vivienda y su Mundo Circundante”, del Arq. Antonio Quintana Somonetti: la del Instituto Interamericano de Planificación, del Arq. Eduardo Montoulieu: y la de “La Escuela Rural” del Arq. Vicente Morales, todas las cuales merecieron igualmente unánime aprobación. En los Congresos de Lisboa y La Haya los compañeros arquitectos Pedro Martínez Inclán y Agustín Sorhegui Vázquez lograron también para nuestra delegación, sendos triunfos al lograr la aprobación de sus magníficas ponencias sobre “La Enseñanza de la Arquitectura” y “Relaciones Entre Arquitectos e Ingenieros”.
“Y como si todo esto fuese poco – nos adiciona, con visible satisfacción – la delegación cubana presentó en Caracas una Exposición de Arquitectura y Planificación ejecutada por el compañero Arq. Manuel de Tapia Ruano, que mereció los más altos elogios de cuantos asistieron al Congreso y el acuerdo de éste de que fuese circulada por todos los países de la América como medio eficaz de divulgación de los principios que primaron en los objetivos del congreso. Y acto seguido nos dice: ¿es o no todo esto marcar el paso en un Congreso?
Con nuestro asentimiento más rotundo y con el convencimiento pleno de que acabábamos de recibir una valiosa información sobre triunfos de una clase profesional muy prestigiosa que constituyen enaltecimiento y honor para nuestro país en el extranjero, nos despedimos del arquitecto Cañas Abril felicitándolo calurosamente por su brillante labor.
El Arquitecto y la Planificación.
Proyecto de resolución presentado por la delegación de Cuba y aprobado por la Comisión I.
El IX Congreso Panamericano de Arquitectos, Considerando: Que es necesario y conveniente aclarar la función o campo específico que el arquitecto complete dentro de la planificación, declara:
Que la obra de planificación integral no es la obra de determinados profesionales, técnicos, especialistas o gobernantes, sino de una verdadera integración nacional, en la cual todos deberán aportar sus conocimientos, orientaciones y recursos de toda índole en un trabajo de “equipo” que siga una doctrina común para poder arribar a los objetivos propuestos. La planificación integral no es función privativa del arquitecto ni de ningún técnico o profesional, aunque sí todos deben desarrollar su actividad dentro y por las normas de ella. El arquitecto tiene en la planificación una gran responsabilidad, posiblemente mas que ningún otro técnico por su función coordinadora, ya que colocándose fuera de ella, negaría el sentido y expresión a la arquitectura, y por ende, a su propia obra.
La Planificación Integral de los espacios de habitación.
Proyecto de resolución presentado por la delegación de Cuba y aprobado por la Comisión I.
El IX Congreso Panamericano de Arquitectos en relación con el tema “La Planificación Integral de los Espacios de Habitación”, declara:
Que el concepto espacio no se refiere solamente a lo físico y material de la habitación en si y sus áreas adyacentes, sino a los que, formando parte de un mundo circundante, aúnan y suman a la utilidad y función material de la misma, las apetencias espirituales y morales del hombre como ser humano.
Con esa interpretación del concepto espacio, resuelve:
1- Que las viviendas que los arquitectos (unas veinte letras) o cuantos planes al efecto ejecuten en relación con la habitación, sean siempre consecuencia de una previa planificación integral.
2- Que para hacer factible lo anteriormente expresado los arquitectos se impongan como tarea:
a) Fortalecimiento de sus organismos profesionales (Colegios, Asociaciones, Sociedades, etc) y que estos se proyecten en función social.
b) Demanda y logro, a través de luchas energizadas y dirigidas por sus organismos profesionales, de legisladores sobre planificación integral y específicamente sobre la vivienda.
c) Flexibilidad y adaptación para que las medidas que se promulguen a estos efectos no se malogren al no comprender las mismas, todo cuanto de ellas se requirió y esperó.
d) Amplia divulgación de los principios y bondades de la planificación integral y en especial en lo que afecta el problema de la vivienda.
e) Lograr que la enseñanza de la arquitectura se comience y se concentre sobre problemas específicos de la habitación, dentro de un plan general de enseñanza que desarrolle en el arquitecto una mente planificadora.
f) Contribuir a la enseñanza y divulgación de nuevos hábitos de vida para los que carecen o no conocen aun de viviendas adecuadas, especialmente a los hombres del campo, procurando a la vez la contención del éxodo de estos hacia la ciudad.
g) Conseguir por medio de la propaganda intensiva el que se coloque en el primer plano de las actividades constructivas del país, aquellas que garanticen en la práctica el derecho del hombre del campo y de la ciudad a tener una vivienda higiénica y confortable.
h) Contener, por medio de la divulgación de los principios de la planificación integral, la edificación de viviendas con sentido especulativo o demagógico, así como de aquellos tipos de viviendas que están exentos de la más mínima humanización de las mismas.
i) Contribuir por medio de grandes campañas al efecto, a la extirpación de los “slumps”, ciudadelas, solares, barrios de indigentes, etc, siempre que se sitúen a los habitantes de estos sectores en lugares adecuados, productos de una previa planificación.
j) Estimular aquellas soluciones que en verdad traduzcan anhelos colectivos, no graven la economía del país por estar basada en científicos planes de financiamiento, sienten precedentes a imitar y sirvan a la vez para detener esos mal llamados “planes” productos de la imprevisión y la improvisación más irresponsables.
k) Promover, como técnicos en el problema de la habitación, que todos los esfuerzos y recursos de la nación se aúnen para lograr la efectiva solución del problema de la vivienda.
l) Propugnar la creación en nuestros países de Centros u Organismos de la Vivienda en estrecha relación con el Centro Interamericano de la Vivienda con sede en Bogotá como medio eficaz de fortalecer esta institución y hacer posible bajo una orientación común basada en los principios y normas de la planificación integral, la construcción de viviendas en el número, ubicación y demás requerimientos de que están urgidos todos nuestros países.
La función social del Arquitecto: el arquitecto y la planificación.
Proyecto de resolución presentado por la delegación de Cuba y aprobado por la Comisión I.
El IX Congreso Panamericano de Arquitectos, considerando:
Que la arquitectura es la rama del arte mas consustancial al hombre y la que funde todos los elementos del saber para satisfacer a un tiempo a la razón y al sentimiento, siendo el modelo más acabado, útil y de comprensión basta de todas las artes.
Que la arquitectura ha sido siempre expresión de la época, del “medio”, del ambiente, es decir, reflejo vivo del ser social y, por ende, de la comunidad.
Que la arquitectura, siempre que ha sido genuina, a través de todos los tiempos ha evidenciado su consorcio íntimo al Urbanismo y la Planificación – aun mucho antes de siquiera conocerse tales términos – para poder traducir mejor los reales sentimientos y apetencias materiales y espirituales de la comunidad, especialmente las de su elemento constitutivo; el ser humano.
Que la arquitectura ha aunado siempre en sus expresiones el sentido de lo útil y material conjuntamente con el estético, emocional y espiritual, ansias específicas e innatas en el hombre que le dan vigencia a su existencia, base a su cultura y a los más altos impulsos de su moral y propia dignidad.
Que el arquitecto para darle esta expresión a la arquitectura, se basaba en el conocimiento del medio, el cual obtenía con relativa facilidad al estar exento aquel medio de las complejidades que presenta el actual.
Que la vida presente, ante el súbito cambio producido por el medio, por el impacto insospechado de la era de la máquina y de la revolución industrial, con su secuela de complejidades y conflictos de incalculable gravedad, impide al arquitecto abordar las soluciones requeridas por los procedimientos que antes utilizó, haciéndose indispensable hoy el que una conjunción de técnicos y especialistas, entre los cuales evidentemente tiene que estar el arquitecto, valiéndose de los recursos de la ciencia y la tecnología, nos ofrezca la forma mejor para conocer de manera “real” el medio actual.
Que lo mas grave de toda la compleja contingencia de una humanidad acuciada y angustiada en medio de dificultades y conflictos múltiples cuya dimensión es el mundo mismo, lo constituye la crisis del espíritu, el detrimento de los “valores” espirituales innatos al ser humano, los cuales, alarmantemente constreñidos, van en vías de desaparecer desgraciadamente.
Que el hombre, ser social por excelencia, de amo y señor de una sociedad que el mismo creó, deviene en la actualidad en esclavo de ella, en una pieza más de una monstruosa maquinaria que suplanta en las conciencias la supremacía del espíritu.
Que el crecimiento rápido y desordenado de las ciudades bajo la conjunción caótica de voluntades individuales, viene traduciendo todas las anormalidades de una civilización materializada, víctima de la máquina que ahoga los “valores humanos”, esparciendo ese cáncer urbano de la vivienda insalubre e insuficiente, el (renglón ilegible) ..tes, focos permanentes de todos los vicios, infecciones y miserias morales y materiales, cuando no la profusión de rascacielos y edificios multifamiliares que proporcionan alojamiento de todo punto antihumano.
Que el medio actual, alejando al hombre de la naturaleza y de la quietud para verterlo en el febril torbellino de la ciudad congestionada, trastornando la vida familiar, célula de la sociedad y, atormentando su mente, viene constituyendo un serio peligro para la humanidad.
Que los inventos asombrosos siguen produciéndose y el fenómeno que apuntamos y que afecta tan hondamente el espíritu del hombre, se revela y proyecta cada día con más dramática intensidad.
Que ante este estado de cosas, es necesario reconquistar un nuevo equilibrio y someter la materialización y las complejidades que provocaron y acrecientan aun la máquina y al industrialización, a los fines específicamente humanos.
Que en uno de los aspectos fundamentales del medio en que el ser humano desenvuelve sus actividades, la vivienda es donde el hombre ha sufrido como tal los mas serios y peligrosos embates en detrimento de su propia felicidad y dignidad al contemplarse objetivamente y conocer por las aterradoras cifras estadísticas que las dos terceras partes de la población mundial carece del abrigo que satisfaga adecuadamente las apetencias materiales y espirituales a que el hombre tiene derecho primordial entre todos los demás por el conquistados a través de todos los tiempos.
Declara:
Que el único remedio que puede hacer posible a los técnicos y en particular a los arquitectos el mejoramiento de las condiciones de vida del ser humano, es la aplicación de la Planificación Integral, resuelve:
Adoptar la definición del concepto de Planificación Integral.
- Conocer el medio investigando los factores físicos, humanos, económicos y político-administrativos que lo influyen, afectan y determinan.
- Sobre la base de este conocimiento útil y del consiguiente diagnóstico, lograr, mediante planes directores y de acción – producto de los trabajos de equipo de cuantos técnicos y especialistas sean menester y que sigan una doctrina común – el buen uso, desarrollo y coordinación de los factores determinantes para obtener el mejoramiento y la humanización del medio.
Basado en los conceptos anteriormente emitidos, concreta, como la función Social del Arquitecto, la siguiente Doctrina:
El Arquitecto, para ser fiel interprete de su época, para que su labor profesional, técnica y artística, sea el reflejo vivo del ser social, debe asumir, en la hora presente, la responsabilidad y el empeño de trabajar y coadyuvar – en conjunción estrecha con todos los técnicos y especialistas requeridos – en la solución de los graves problemas y serios conflictos con los que se enfrentan hoy nuestros pueblos especialmente en el aspecto de la habitación.
El arquitecto, orientado hacia esos objetivos, a los cuales debe brindar su máxima capacidad y preocupación, debe ubicar y proyectar sus actividades profesionales por y dentro de las normas de la planificación integral, trocando en consecuencia, su proyección personal por la colectiva, la “solución aislada” por la del conjunto, el interés particular por el general, dirigiendo sus empeños hacia el bien de la sociedad, a la revitalización de los “valores humanos”, al progreso y la felicidad de nuestros pueblos.
El arquitecto que dé la espalda a estas proyecciones aferrándose en “soluciones aisladas”, satisfaciendo caprichos de quien paga en contra de las realizaciones que traducen los anhelos colectivos materiales, espirituales y morales, estará torciendo el destino humano y renunciando a la noble y elevada función que le reclama la sociedad actual.
El arquitecto, bajo ningún concepto o circunstancia deberá situarse al margen de los empeños hacia la resolución de los graves problemas en que se debate la sociedad, que es a lo que van fundamentalmente la planificación integral y la genuina arquitectura contemporánea, que tiene que marchar del brazo hoy, como antes lo hicieron Arquitectura y Urbanismo o arquitectura y su medio circundante.
El arquitecto realizará su obra profesional de manera que su utilidad y función cubran ala vez las aspiraciones del hombre, materiales y espirituales, esencia y razón de su existencia como ser social.
El arquitecto deberá situarse decididamente en la dirección de estos propósitos hacia la consecución de sus objetivos, luchando por que se apliquen en la práctica los principios de la moderna ciencia de la planificación integral.
El arquitecto, al identificarse con la planificación integral y pugnar por ella, debe considerarse cumpliendo con su más digno y sagrado deber y realizando su verdadera función social.
El arquitecto deberá fungir muy primordialmente así mismo, como educador, contribuyendo a fijar las normas ya establecidas o que se establezcan para la enseñanza de la profesión.
El arquitecto deberá velar por (parte de renglón ilegible) atempere con los adelantos técnicos de la época, con las ansias del mejoramiento social de la humanidad.
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Nota adicional. Como verán estoy publicando esta entrevista pasada ya la fecha del 13 de Marzo, pero la demora se debe a que me tomó algunos días el transcribir el texto, el que encontré tratando de responder a la pregunta que me formulaba de qué habría sido lo último que como noticia habría leído en vida José Antonio Echeverría sobre la fecha del 13 de Marzo con motivo de la celebración del Día del Arquitecto, profesión que no pudo llegar a ejercer. Evidentemente era imposible que pudiera haber leído lo que apareció en la prensa de aquel triste día de 1957 que culminó con la pérdida de su vida, lo más probable es que fuera lo publicado por la prensa del año anterior, por lo que decidí ir a los archivos de la Colección Digital de la Universidad de la Florida donde guardan un gran número de periódicos, donde afortunadamente encontré el Diario de la Marina del 13 de Marzo de 1956
Al encontrar el artículo publicado por el día del arquitecto me animé a transcribirlo y publicarlo, creyendo que es un material desconocido para un gran número de arquitectos, para quienes sin duda encierra la mayor importancia. De inicio no pude apreciar lo extenso del artículo, por lo que la tarea me tomó más tiempo de lo que había estimado.
Quien mejor que los arquitectos cubanos para saber el enfoque que se les dio como estudiantes sobre el rol que jugaba el arquitecto antes de la revolución y la necesidad de hacer cambios drásticos que reflejaran la naturaleza de la nueva visión que se implantaba de la realidad con vistas a ese futuro luminoso que se profetizaba. A juzgar por la realidad que hemos vivido creo que muchos de los entonces ya graduados enfrentaron la dura experiencia de ver como su creatividad era tomada cautiva, y los que fueron saliendo después, quienes no tuvieron la oportunidad de cultivarla. Que sean ellos los que hablen de su experiencia.
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