Discurso pronunciado por Fidel Castro el 8 de Mayo de 1959 en La Habana tras su regreso de una gira por varios países, incluyendo Estados Unidos.
Señor Presidente de la República;
Compatriotas:
Aquí estamos de nuevo otra vez con nuestro pueblo, y, aunque ha sido larga la jornada y tremendo el esfuerzo realizado, aun queda un poco de energía para cerrar con este acto de hoy la gira por todo el continente.
No fue un paseo al extranjero, fue una necesidad. Fuimos a llevar el mensaje de nuestra Revolución a todos los pueblos del continente americano, fuimos a reunirnos con otros pueblos, a hablarles a otros pueblos, a hacer en otros lugares del continente lo que hacemos aquí: hablarle al pueblo, exponer los ideales de nuestra Revolución, los propósitos que la animan y ganar para nuestra justa causa el corazón de otros pueblos.
Nuestra Revolución es un acontecimiento histórico que no solo interesa a los cubanos, les interesa a otros pueblos. Como verdadera revolución que es, ha despertado el interés de los pueblos en todo el continente. Teníamos que defenderla de la confusión, teníamos que defenderla de la calumnia, y salimos a responder todas las preguntas, a responder todas las interrogaciones y a decir a otros pueblos lo que hemos dicho aquí, en la convicción de que nos entenderían, porque toda causa justa, toda causa noble, podrá tener enemigos, podrá tener detractores, pero tiene más amigos que enemigos, tiene más pueblo que la comprenda que detractores interesados en mancillar con la mentira la revolución más generosa que se ha hecho en el mundo: nuestra Revolución Cubana.[Leer Más…]