por el Sacerdote Juan Manuel Dorta-Duque.
23 de Septiembre de 1959 — Diario de la Marina
Parece ser que alguien ha entendido o mal entendido que “Reforma del espíritu” es lo mismo que “contrarrevolución”. Como si el espíritu se opusiera a la industrialización.
Hace varios años, dieciocho, que tomé la decisión enérgica de hacer algo por Cuba. Y se me ocurrió, como la mejor medida, seguir los consejos del hijo del carpintero de Nazaret, del obrero Jesucristo: “ Renuncia a todo lo que tienes y dalo a los pobres, ven y sígueme”. Desde entonces formo parte de sus amigos “revolucionarios”.
Me incorporé a la Revolución muchos años antes. Mi tarea fue la de implantar en Cuba la “Reforma del Espíritu”. Creo que en Cuba todavía hay mucho que hacer , aunque doy gracias a Dios, que mucho se va haciendo. También yo adquirí el “derecho a empezar” esta reforma cuando lo dejé todo por luchar para que en Cuba se cumpliera mejor la Ley de Dios fundamentada en el precepto de Jesucristo: “Amaos los unos a los otros”.
Lo primero que se propone con esta reforma del Espíritu” es lograr que todos los cubanos nos amemos los unos a los otros. Esta reforma pide amor aún para los enemigos. Porque el que la promulgó fue el primero en morir perdonando desde la Cruz a aquellos que injustamente lo habían clavado en ella.[Leer Más…]