por José Ignacio Rivero, director del Diario de la Marina
29 de Septiembre de 1959
Transcripción completa de la respuesta que el 29 de septiembre de 1959 diera el Sr José Ignacio Rivero, director del Diario de la Marina, al Sr. Fidel Castro, referente a comentarios hechos por este último que fueron considerados ofensivos. Palabras que no son sino el reflejo de una visión profética del futuro que se cernía sobre Cuba.
HABLEMOS CLARO
Estamos ya muy cansados de tanta amenaza, tanta intolerancia y de tantas acusaciones gratuitas e injustas.
En una época como esta en que tanto desean nuestros gobernantes que se sepa bien que en Cuba hay verdadero respeto por la libertad de expresión, estas actitudes no se conciben. Para que se respete la libertad que tiene cada cual de expresarse lo primero que hace falta es rebatir los argumentos contrarios con serenidad y elevación y nunca con provocaciones, insidiosas amenazas, calumnias y mucho menos coacciones.
Se me ha preguntado en varias ocasiones si a mi juicio en Cuba se puede opinar con entera libertad. No hace muchos días recibimos una llamada del periódico Miami Herald para entrevistarnos por teléfono sobre ese mismo tema.
Íbamos a contestar no por larga distancia, sino por correo al periódico norteamericano, pero, pensándolo bien, no lo vamos a hacer. No por descorteses, sino porque teniendo nosotros un periódico donde expresarnos, no vemos la necesidad de hacerlo en ningún otro vehículo ni de dentro ni de fuera de Cuba. Somos cubanos y lo que tengamos que decir lo diremos siempre aquí y no fuera de aquí, a no ser que no nos quedase otro remedio.
Y como somos, además, periodistas que no tienen ni tendrán otra cosa, óigalo bien Dr. Castro, como lo oímos nosotros a usted anoche, que su aval de crédito, prestigio y honradez – cosas que no se logran con la improvisación y la demagogia- no conocemos de claudicaciones, ni pensamos una cosa por detrás para luego decir otra por delante, como por desgracia hacen hoy tantos y tantos que no tienen el suficiente civismo de decir honradamente lo que piensan, lo mismo por delante que por detrás.[Leer Más…]