Llama la atención que todos los indicadores de búsqueda de Google en internet muestran que hay una gran cantidad de hispanoamericanos que están buscando «qué es el socialismo», y ocupando el primer lugar entre ellos están los venezolanos, cifras que se han mantenido elevadas durante el último año, pero el 14 de abril específicamente, día en que se efectuaron las elecciones en Venezuela, marca un pico bien pronunciado en la gráfica. Es evidente lo tanto que en esa nación hermana se están cuestionando qué es lo que hay realmente detrás de ese término, que aún a los más convencidos seguidores parece estarles preocupando y sin duda quieren saber más sobre la calidad de ese producto que le han vendido como bueno, pero que parece no estar dándoles los resultados que esperaban.
Es realmente lamentable el papel que ha jugado el gobierno cubano en Venezuela en la implantación y enraizamiento de esa política funesta que con lemas de justicia e igualdad tiene la habilidad, a veces maestra, de someter a los pueblos a la más absoluta miseria sojuzgando multitudes bajo el dominio de un único poder, logrando o forzando a que éstas aúnen sus voces en defensa de lo que no es más que su propia esclavitud.
Durante décadas Cuba ha afirmado que la escasez generalizada que ha azotado al país, y no solo su estancamiento, sino su visible retroceso, se ha debido principalmente al riguroso bloqueo impuesto por los EU, historia que muchos incautos se han creído, pues hasta quienes no simpatizan con el sistema han abogado por el levantamiento del bloqueo porque creen que esa es la causa de las carencias y sufrimiento del pueblo cubano. Hace muchísimo tiempo que comprendí que mantener ese bloqueo era el error más grande que pudiera cometer EU con la intención de poner fin al sistema socialista de Cuba, pues eso le daba al régimen la posibilidad de tener a qué echarle la culpa de su fracaso. «La pequeña y heroica nación del Caribe víctima del poderoso del norte».
La historia reciente de Venezuela, como nación nada pequeña en comparación con Cuba, se está encargando de sacar a la luz la verdad sobre la situación en nuestro país. ¿Dónde está el bloque impuesto a Venezuela? ¿Dónde está ese embargo a que están siendo sometidos? Simplemente no existe, y teniendo en cuenta que su territorio es unas ocho veces mayor que el de Cuba, sin las limitantes del aislamiento geográfico que tiene Cuba, con tremendo poderío económico y en recursos naturales muy superior al de nuestro país, ¿a qué se debe entonces esa escasez tan grande que los está azotando? Se han visto videos mostrando multitudes desesperadas formando largas filas en los establecimientos tratando de obtener los productos, hecho ante el cual no se escucha a nadie mencionar la palabra embargo. El mundo entero ha visto que ni papel higiénico tienen. Ojalá que en Cuba esa hubiera sido nuestra única carencia, sin mencionar la mayor de todas, la falta de libertad. La respuesta está en la incapacidad del sistema socialista de asumir las riendas de la economía de una nación.
Muchos no acaban de comprender que los gobiernos están llamados a ser buenos administradores de la contribución proveniente de todo lo que bajo leyes justas establecidas sean capaces de producir sus ciudadanos, con la capacidad que cada uno haya podido desarrollar y que por naturaleza no va a ser en todos la misma. Cuando por el contrario ese gobierno entiende que tiene que controlarlo todo porque son los únicos con la sabiduría de impedir la existencia de explotadores, ahí tenemos el resultado de tan brillante conclusión, el indiscutible fracaso de Cuba, sistema que por mucho que intenten remendarlo es algo que no tiene arreglo.
Es un hecho que aquel que nació para obrero, su conciencia de obrero no le permitirá nunca llegar a ser empresario, aunque le pongan el capital necesario en sus manos, se le irá sin lograr nada. Por otro lado es un gran error forzar a ser obrero a aquel que nació para empresario, que por ley natural será el que tenga potencial para crear una empresa y ofrecerle empleo al obrero y contribuir a la nación con sus impuestos, ese es el mecanismo, no hay otro. Eso es algo en lo que el estado socialista falla creyéndose único responsable de crear empleos, y falla tanto en número de empleos como en salarios decentes porque son incapaces de proporcionarlos. Es una tarea más fácil y mucho más efectiva para un gobierno el establecer las leyes que impidan la explotación de los grandes empresarios sobre sus obreros que estar persiguiendo continuamente a aquel que se destaca un poco más que la mayoría porque sus habilidades en un sistema socialista llegan a convertirse en delito.
Aquel que tenga temple para a ser empresario, pues que lo sea, garantizándole los medios para que pueda lograrlo, y el que solo para obrero, que ponga en ello toda su voluntad. Por supuesto que el nivel de vida de ambos no va a ser el mismo, pero eso no significa que el obrero vaya a vivir sufriendo en la miseria ni envidiando a su empleador porque se vaya de vacaciones adonde él no pueda ir, eso es lo que le meten en la cabeza las ideas socialistas. Cada cual disfrutará de acuerdo a sus posibilidades, de su nivel de conciencia y expectativas, lo que es parte de una ley natural en equilibrio que no se rompe hasta tanto no se meta de por medio aquel carente de visión inculcándole al obrero que el otro lo explota, cuando la realidad es que gracias a él es que vive dignamente, porque si tuviera que vivir de un empleo provisto por el gobierno, por muy «digno» que se diga que sea, se moriría de hambre. ¿Quién se entera cuando es el funcionario o los dirigentes los que se van de vacaciones a lugares que el obrero ni siquiera sabe que existen? ¡¡Ah, pero ese no es un explotador, ese un lider «elegido» por el pueblo, un personaje importante! !Descarao es lo que es!. En las instituciones socialistas se imponen los intereses personales, aunque lo niegue la propia ideología y siempre buscarán la forma de oponerse a cualquiera con una visión diferente, cuyo esfuerzo es imposible que pueda dar fruto hasta tanto no se comprenda la aberración de dicho sistema.
El desarrollo de las naciones está dado por el potencial de muchos de sus hijos, el cual les permite irse por encima del resto, pero un resto que se beneficiará cuando los primeros les ofrecen los empleos que necesitan pues el estado es incapaz de cubrir dicha necesidad. Esa política del estado socialista de ser el todoproveedor lo convierte en el peor de los explotadores, conformado por funcionarios que se acomodan viviendo del sacrificio de las multitudes trabajadoras, las que por su descontento rinden muchísimo menos de lo que rindieran como empleados de quien les compensara de manera justa de acuerdo a su trabajo. Mientras tanto los socialistas siguen proclamando el haber erradicado la explotación del hombre por el hombre.
Aún esta realidad manifiesta en el escenario que alcanzamos a contemplar en nuestro mundo tan impregnado de política, sigo creyendo que la raiz de la explotación no está en el sistema en sí sino en el propio individuo, pero en el caso del socialismo, una vez establecido, la explotación es mucho más cruda que en cualquier otro sistema contemporáneo. Un bisturí en manos de un cirujano es una herramienta para salvar, pero el mismo bisturí en manos de un asesino se convierte en herramienta para matar. Lo más importante es trabajar con el ser espiritual que vive en cada uno de nosotros para así encontrar los valores que nos mueven a realizar actos en beneficio de todos los seres que nos rodean. No querremos hacer daño a nadie en ningún sentido, a la vez que podremos ofrecer a la nación todo el potencial que por don natural y esfuerzo propio hayamos sido capaces de alcanzar, sin que para ello tengamos que hacer voto de pobreza para mostrar que solo como pobre se puede ser digno, concepto en extremo aberrado de las filosofías populistas. Ese ser espiritual al que me refiero es al que el socialismo ha hecho tanto esfuerzo por aniquilar, consciente que con frecuencia otros sistemas que lo reconocen no lo hayan sabido cultivar. Por supuesto que con ambos hay que trabajar aunque el daño que puedan ocasionar no tenga el mismo alcance.
Corremos un gran riesgo al abrazar sin cuestionamientos lo que concluyó un pensador conocido en determinada época, tan humano como cualquiera de nosotros, pero individuos que las multitudes llegaron a endiosar por lo supuestamente elevado de sus pensamientos. Esa es la experiencia vivida con Carlos Marx, y de la misma manera con sus seguidores, como Stalin y Castro. Son infalibles y no hay quien se atreva a cuestionar su concepción de la realidad, pero creo que es tiempo de que cada quien saque sus propias conclusiones y de que use su cerebro para lo que le ha sido dado, dejando de ser el robot manipulado a voluntad de los intereses de otros, creyendo que son sus propios sentimientos y convicciones los que los guían.
Para aquellos que hayan encontrado este artículo queriendo saber sobre el socialismo, los quisiera guiar, no solo para que lean sino para que vean y escuchen de primera mano la realidad de muchos. Los argumentos de los socialistas no podrán prevalecer en su intento por defender un sistema que por sus fallas está condenado a desaparecer. Socialismo es sinónimo de atentado contra la propia naturaleza del ser humano. Es un deber hablar de nuestra realidad, es como ver que alguien va a caer en un abismo y no alertarlo pues nos estamos haciendo responsables por su caída. Es por eso que cuando algún hermano de Venezuela u otra de las naciones vecinas, incluso pro-socialistas de los tantos que se encuentran en territorio de EU, esté buscando información sobre ese socialismo, ojalá tengan la voluntad de dedicarles el tiempo que merecen los testimonios de aquellos que han sido víctimas de ese sistema, sin que sea el orgullo o el ego los sentimientos que les impidan abrir los ojos a la realidad.
Los invito a que conozcan la experiencia que ha vivido, como muchos otros, un joven ingeniero en ciencias informáticas, Eliecer Ávila Cicilia, quien el 19 de enero del 2008 tuvo la valentía de dirigirse públicamente a Ricardo Alarcón, entonces Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en una reunión que sostuvo con los estudiantes de la Universidad de Ciencias Informáticas. El joven Eliecer lo abordó con una serie de preguntas nacidas de la realidad que enfrentaba cada día y sobre las que necesitaba tener una respuesta, preguntas que dejaron muy mal parado al señor Alarcón y cuyas respuestas no pasaron de ser incoherentes evasivas que dieron una impresión muy poco favorable para su posición.
Al buscar en Youtube «Eliecer Avila» podrán ver la suerte que corrió este joven, alguien que siendo militante comunista y después de haber entregado lo máximo de su esfuerzo por la causa del socialismo, creyendo en su legitimidad, ha sido del lado de la disidencia donde ha encontrado apoyo. Su experiencia es la prueba de que desde que alguien se opone al sistema ya es considerado un disidente y condenado al rechazo por parte de las autoridades a las que no se puede cuestionar, así como lo intentó hacer este muchacho. Pura falacia el que los problemas de la nación se pueden discutir en diálogos abiertos, ya ven lo que sucede cuando alguien trata de dialogar. En otro tiempo este joven pudo ver en Yoani Sánchez una enemiga de la revolución a la que tanto él defendía, pero el chocar tan de golpe con la realidad lo ha llevado a compartir con ella no solo puntos de vistas sino hasta escenarios juntos. Es paradójico ver como aún siguen habiendo jóvenes dentro de Cuba, conscientes de que enfrentan las mismas realidades que Eliecer mencionaba en sus preguntas y que a estas alturas lo estén catalogando de enemigo.
No es fácil argumentar en contra de alguien como este joven u otros como él intentando poner en tela de juicio su credibilidad, por mucho que lo intenten les faltan los argumentos. Es evidente que si esto ha ocurrido con alguien que era militante, lo que pudiera considerarse inmunidad hasta cierto punto, ¿cuál es entonces la suerte que corren otros que sin serlo han reclamado sus derechos fuera del alcance de un lente que los haya hecho públicos? Ahí están los tantos presos por desacato al orden y las multas astronómicas para castigarlos por causas ridículas ajenas por completo a la realidad por la que son acusados, gente quizás sin un nombre pero con un gran corazón, a la que intentan desmoralizar, cuando tienen una moral más alta que muchos dirigentes.
Los dejo con las voces y los rostros de las propias víctimas y ellas mismas se encargarán de dar respuesta a las inquietudes que tengan sobre ¿Qué es el socialismo?. Un rostro los conducirá a otro, una vivencia a otra vivencia, y es solo vuestra voluntad de encontrar la verdad la que marcará el camino que decidan tomar.