Después de décadas sin cambios en la política de Estados Unidos respecto a Cuba, el repentino cambio en las relaciones ha agarrado de sorpresa a la inmensa mayoría, convirtiéndose el hecho en el tema que mayor cobertura ha tenido en los medios de comunicación en los últimos días. El impacto se ha reflejado no solo en los círculos cubanos sino que ha llamado la atención hasta de quienes apenas se interesaban por el problema de Cuba.
La realidad es que los anuncios que se hicieron el pasado 17 de diciembre como culminación de varios meses de conversaciones, muy bien disimuladas por cierto, ha generado controversias de todo tipo. Muchos lo celebran mientras que otros sienten haber sido traicionados, entre estos últimos no solo las víctimas de la dictadura castrista tanto en el exilio como dentro de Cuba, incluyendo a los disidentes que pacíficamente reclaman sus derechos, muchos de ellos encarcelados, quienes han visto la forma en que el presidente norteamericano ha dado legitimidad al sistema que los ha oprimido y marginado por ya medio siglo. Un perdón concedido a una dictadura que tiene para muchos de nuestros compatriotas un amargo sabor a traición pues es mucho el sufrimiento que hay de por medio. Hay otro grupo que no dudo se sienta traicionado también, aunque a este creo que se les pase pronto la incomodidad cuando se enfoquen en el provecho que le puedan sacar, y ese el grupo de simpatizantes de línea dura dentro de Cuba que hasta ahora habían estado cacareando consignas en contra del enemigo yanqui del norte, cuando de buenas a primeras se han visto forzados a cambiar el contenido de sus consignas, o a callarse, porque ya el yanqui que no se esperaba que cediera en su política hacia Cuba resulta que no es tan malo como se decía.
El presidente Obama sin duda le jugó cabeza a la mayoría del congreso haciendo su anuncio justo en el momento en que el mismo acababa de entrar en receso por las festividades de fin de año y cuando ya los congresistas se habían retirado de Washington, acto que en sí denota la verdadera intención de tal proceder. Más allá de todos los ángulos desde donde pueda analizarse el hecho, es visible un proceder muy ajeno a los principios democráticos. Respecto al embargo, elemento de más peso en este viejo conflicto, lo cierto es que el mismo no es el causante de la crítica situación del pueblo cubano, porque si así fuera las áreas de la isla destinadas al turismo no mostraran esa imagen de mundo desarrollado que viene a ser como otro mundo insertado dentro del cuadro deprimente y de carencias en que vive la mayoría de la población. Por ese lado ya no sería el embargo aquello de lo que se pueda agarrar el gobierno cubano para echarle la culpa de tanta destrucción y descontento en el país.
Una cosa es cierta y es que el gobierno de Estados Unidos era el único aliado con que contaba el exilio político y la oposición dentro de Cuba con posibilidades de forzar al gobierno a hacer cambios en su política de control totalitario, aunque ha sido un aliado que hasta el presente no había logrado los resultados esperados y los años seguían pasando, pero de repente sucede esto y nos vemos traicionados. ¿Con quién contamos ahora si todo parece indicar que el gobierno de los Castro se irá fortaleciendo como resultado de las concesiones que les vayan otorgando?
Algo que no podemos ignorar es que como comunidad en esta gran nación hemos sido privilegiados, pues gracias a la influencia que a lo largo de los años han ejercido los cubanos que han ido ocupando lugares prominentes en la política norteamericana y los beneficios que fueron logrando para los nuestros, por supuesto que justificado por la naturaleza del sistema imperante en la isla, pero son beneficios que distan mucho de los que han recibido otras comunidades, motivo por el cual debemos estar agradecidos a este país. También debemos pensar que el problema de Cuba no debe ser el que rija las decisiones que tome el gobierno americano, como si dicho gobierno existiese para priorizar nuestros intereses, pues de hacerlo corre el riesgo de entrar en conflicto con el resto de la población, análisis que pudiera servirnos como atenuante a la hora de analizar las decisiones tomadas recientemente. Como ejemplo que es de todos conocido, una gran parte de la población está enfrentando costos elevados de seguro médico en este segundo año que comienza del plan propuesto por el propio presidente Obama, cuando muchos de nuestros compatriotas reciben ayuda del gobierno, unos desde su llegada y durante cierto tiempo y otros al año de haberse quedado en un viaje de visita, ayuda que sale de los fondos proveniente de la contribución de todos, cuando todos sabemos que en cuanto pueden un gran número de ellos prepara viaje para ir a Cuba, sobre todo personas mayores que reciben todo tipo de ayuda sin jamás haber trabajado en este país. Para nosotros es algo ya tan normal que la mayoría no repara en su trascendencia, y no es que esté criticando a nadie en particular, pero me pregunto, cual sería nuestra actitud si se invirtieran los papeles y fuéramos nosotros los que contempláramos ese panorama. A veces pienso que bastante tolerante ha sido el resto no cubano que no le ha exigido al gobierno poner fin a las leyes que establecen tales beneficios. ¿Cómo se va a justificar persecución política si podemos regresar a Cuba como regresa cualquier miembro de otra comunidad que visita su país pero que no recibe las ayudas que recibimos los cubanos?
La realidad es que cada quien mira la situación desde su punto de vista, desde lo que ha sufrido, desde su propia perspectiva de esa realidad, y por supuesto que muchos desde sus propios intereses. Después de analizar detenidamente ese nuevo panorama que se presenta, con sus pros y sus contras, sin olvidar la profunda frustración, sino rabia de tantos que sin duda se sienten traicionados, y con razón, me inclino a pensar que el presidente se vio forzado a tomar una decisión que condujera al beneficio de la nación y de la mayor cantidad de ciudadanos, aun corriendo el riesgo de que la tal decisión acarreara serias consecuencias. Es un ser humano como cualquiera de nosotros y sin duda que no ha de ser nada fácil enfrentar los retos que le asechan cada día.
En lo personal, como quiera que se pueda mirar la situación, opto por contemplarla desde el ángulo de la fe, convencido de que aún todo lo negativo que podamos encontrar en lo que ha sucedido, al final se logrará algo bueno. Miro el futuro con optimismo y me animo pensando en todo lo positivo que pueda salir de todo esto. Creo que lo sucedido es de suma importancia en la preparación del escenario que se requiere para que ocurran otros eventos que serán los que conduzcan a nuestra patria a alcanzar la verdadera y definitiva libertad. Me atrevería a decir que es lo mejor que pudo pasar, creyendo que los traicionados serán pronto redimidos.
¿Por qué creo que es lo mejor que pudo pasar?
Meses atrás comencé a escribir sobre eventos que deberían ocurrir en Cuba y que tendrían un gran impacto en su realidad, y con más énfasis aún a partir del mes de septiembre pasado. Tales hechos llamarían la atención de todos por la forma en que se manifestarían, y el propósito de anunciarlos era para que se supiera que eran parte de un plan de liberación de Dios a favor de nuestra nación. La razón de tal intervención se debía a que ya se habían agotado todas las posibilidad que contaban con la intervención del hombre por lograrlo, motivo por el cual Dios mismo asumía el rol principal en nuestra liberación. Sin que apuntara a un hecho en particular imaginaba algo que realmente llamara la atención de las multitudes, por lo que mencioné que quizás podrían ser fenómenos meteorológicos fuera de lo común, enfermedades raras o algo por el estilo, pero confieso que nunca me pasó por la mente algo de la trascendencia y naturaleza de los recientes acuerdos entre EU y Cuba, que sin duda ha llamado la atención del mundo de forma que creo ninguno de los supuestos eventos antes mencionados hubiera logrado. Este anuncio se hacía cuando aún contábamos con respaldo del gobierno de Estados Unidos, pero de buenas a primeras vemos que ni siquiera eso tenemos.
El que esté interesado puede darle un vistazo a esos artículos a los que hago referencia, los que aparecen antes que el presente comentario en este mismo blog. Allí verán que se presentó un calendario para el pueblo cubano el cual corría paralelo al calendario judío, destacándose que para este año específicamente, para los judíos el año 5775, se presentaba por vez primera en la historia la coincidencia entre dos fechas importantes para ambas naciones, el 16 de abril y el 26 de julio, coincidencia que tras hacer una proyección hacia el futuro se ve que dentro de decenas de años no tendrá lugar nuevamente dicha coincidencia. El calendario parecía indicar que de alguna forma se establecía una relación entre las historias de los pueblos judío y cubano, y uno de los detalles que llama la atención respecto a eso fue la liberación del judío Alan Gross, que ocurre en este momento precisamente y fue la que permitió que se iniciaran las conversaciones y se tomaran los acuerdos que ya conocemos. No recuerdo hecho en nuestra historia que recoja la liberación de un judío en tales circunstancias.
Dicha liberación tuvo lugar el primer día de la celebración de Hanukah, conocida como la Fiesta de las Luces, festividad que para este año se celebró del 17 al 24 de diciembre, cambiante de fecha de acuerdo con las lunas, y no era más que la liberación de un individuo que no había cometido delito que mereciera mantenerlo en prisión, plan orquestado por el gobierno cubano previendo la forma en que posteriormente lo utilizarían para pedir a cambio la liberación de los espías convictos de espionaje en territorio americano, tal y como sucedió. Como símbolo frente a un plan de Dios no era más que la liberación del pueblo cautivo, porque eso es lo que representa Alan Gross como judío en este cuadro, el pueblo que a lo largo de siglos de historia fue tomado cautivo en repetidas ocasiones, pero ahora había sido puesto en libertad, hecho que tuvo lugar precisamente en suelo cubano, lo que en el plano espiritual tiene también su significado.
De igual forma en los anuncios de artículos anteriores se hacía un marcado énfasis en el ejercicio del arrepentimiento y el perdón al que Dios estaba llamando a la nación como parte de su plan de liberación del cual ese era solo en comienzo. Así llegó el 17 de diciembre cuando el presidente del imperio del norte tomaba la iniciativa de perdonar al gobierno que ha mantenido cautivo a nuestro pueblo por más de cincuenta años. En esa combinación arrepentimiento-perdón de que habíamos hablado se había manifestado solo una, el perdón, pero no de la forma que se esperaba, pues de esa forma representaba otorgar perdón a un culpable que no mostraba señal alguna de arrepentimiento, pero lo cierto es que el hecho había ocurrido justo en el tiempo que se había anunciado, en el curso del año 5775 que es considerado año de jubileo por los judíos, año en que se perdonan deudas pasadas, cualesquiera que estas sean. Había ocurrido según lo que Dios había dispuesto, no según la lógica humana, pero era evidente que había tenido lugar un acto de perdón. ¿Coincidencias? Ya veremos, pienso que esto es solo el principio del cambio.
Una cosa si es cierta y esa es que de un día a otro el mundo entero puso su atención sobre Cuba, y más que nunca en nuestra historia reciente todos están muy pendientes de ver qué sucede con el pasar de los días, en cómo va reaccionando el gobierno cubano así como el propio pueblo. El hecho principal es que aquel que se consideraba nuestro amigo en la conquista de la libertad al parecer nos falló y nos hemos quedado solos mientras que nuestro adversario parece haberse salido con la suya y con muchas posibilidades de fortalecerse.
¿Qué hacer entonces queridos hermanos ante tan visible abandono? Creo que solo podemos hacer una cosa, y dichosos que lo podemos hacer, confiar en el único camino por el cual veo aparecer nuestra liberación definitiva, en la intervención de Dios en el presente para de esa forma decidir nuestro futuro. Cuando nos fallan los hombres en quienes teníamos puestas todas nuestras esperanzas es entonces Dios el que ocupa su lugar de autoridad como poder supremo deshaciendo por completo los planes de quienes buscan su propio beneficio, aún al costo de sacrificar multitudes para conseguirlo. Creo fielmente que no habrá plan ya establecido ni en vías de concretarse que pueda prevalecer frente al poder de Dios que se manifestará. Traten de no incomodarse por todos los acuerdos que se vayan anunciando en el futuro cercano en base a los cuales muchos auguran la aparición de un sinnúmero de oportunidades que conducirán a un tiempo de bonanza para los que ostentan posiciones claves dentro de Cuba mientras que los justos del pueblo seguirán siendo humillados, pues puede que no tengan mucho tiempo para concretar dichos acuerdos y se queden con las ganas. Vayan haciéndose a la idea de que ya no habrá más justo humillado porque el Dios de los cielos se levanta en su defensa.
Estoy convencido que lo que ocurrió entre ambos gobiernos fue establecido por Dios y que Obama no fue más que la persona idónea para ejecutarlo, por lo que les haría mucho bien a todos ir dejando de lado la animosidad que puedan sentir en su contra y aceptar los hechos como algo inevitable que tenía que pasar para preparar las condiciones necesarias para lo que vendría después, lo que no creo que pueda tardar mucho, pues dada la época que estamos viviendo los acontecimientos deben irse sucediendo a intervalos cada vez más cortos para que podamos establecer la conexión que tienen entre si de acuerdo al propósito divino.
Una vez que entremos al nuevo año nos iremos encontrando días marcados en la historia de nuestro país que pueden representar cierre de ciclos en los cuales nos puede aguardar cualquier sorpresa. El escenario ya ha sido preparado y se ha llamado la atención de un numeroso público que cree conocer la trama de la obra que se pondrá en escena, pero no tienen la menor idea de quien ha escrito el guión. Seguiremos muy al tanto de lo que vaya sucediendo y el tiempo será el que nos de la respuesta.
Deseo un próspero Año 2015 para nuestra querida Cuba.
omo
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