Parte 6.
Papel que juega realmente el Museo a las Ideas fundado por Fidel Castro en la Ciudad de Cárdenas.
Artículo publicado a los 163 años del nacimiento de nuestro apóstol José Martí.
Para quienes entran por vez primera a esta serie de artículos, estoy compartiendo lo que he ido descubriendo al aplicar a la historia de Cuba lo que se conoce por Relación Aurea o Proporción Aurea, con cuya ayuda se establecí el Número Aureo para Cuba, el 704.
Como vimos en el artículo anterior, resultaba llamativo el hecho de que tanto el recorrido simbólico de José Martí a lo largo de la isla, como el de Fidel Castro, completaran ambos un total de 704 kms, valor que coincidía con el Número Aureo recién establecido para Cuba. A esto teníamos que agregarle que el último segmento de la ruta de Fidel en Cárdenas, el que va desde una esquina del Museo de Ideas hasta el monumento a la bandera ubicado frente al mar, midiera 1,139 mts, distancia igual a la longitud de la isla en kilómetros, que para el total correspondiente a Fidel lo consideramos como 1.14 kms (1,140 mts). Un metro más o menos no influía en el resultado de nuestro trabajo. Como vemos, si reducíamos proporcionalmente las dimensiones de la isla según una escala de 1 km = 1 metro, nos dábamos cuenta que ésta cabía perfectamente entre el Museo y el monumento a la bandera, hecho éste que nos llevaría a descubrir nuevas coincidencias.
Quise además comprobar si la trayectoria de Martí y la de Fidel se cortaban en Cárdenas formando un ángulo de 90º, comprobando que así era en realidad; la alineación de la trayectoria de Martí desde La Dominica hacia Dos Ríos era de 118º y la del recorrido de Fidel desde el museo hacia la bandera que está frente a la bahía era de 28º (118º-28º = 90º), prueba de que ambos se cortaban formando una cruz perfecta. A partir de aquí me di a la tarea de comprobar si los puntos claves identificados en la ciudad se encontraban a distancias equivalentes en la isla, considerando que las distancias entre los puntos ubicados en Cárdenas serían en metros, mientras que las de la isla sería en kilómetros. Según la foto que sigue eran cuatro los puntos involucrados, A, B, C y D, siendo AB la línea base equivalente a la longitud total de la isla en metros, donde el punto A, ubicado en el Museo a las Ideas, tendría su equivalente en el extremo occidental de la isla, en el Cabo San Antonio, mientras que el punto B lo tendría en la Punta de Maisí. De igual forma la línea CD, perpendicular a la línea base AB, encontraría su equivalente bajando desde el punto C por una perpendicular a la línea base real de la isla, hasta el punto D’, el cual debía estar a una distancia en kilómetros igual a la distancia CD.
De igual forma debían igualarse el resto de las distancias, solo me quedaba comprobarlo. El punto C, correspondiente a la bandera de 1850 en La Dominica, era un punto en común que nos servía tanto para la isla pequeña recién insertada en Cárdenas como para la isla en tamaño real; este punto venía actuando como una bisagra entre las dos.
Para establecer esta comparación no tuve en cuenta las fracciones decimales pues de acuerdo a la escala utilizada, sobre todo para la isla reducida, la fracción decimal correspondía a centímetros, pequeñas diferencias que no afectaban en principio nuestra conclusión final. Se pudo comprobar que afortunadamente las distancias en ambos escenarios eran equivalentes.
De lo que hemos visto hasta aquí nos queda claro que si la ubicación geográfica de estos puntos clave en la ciudad de Cárdenas no fuera la que es en realidad, y más aún, que si la ciudad en sí no hubiese estado ubicada geográficamente donde se encuentra exactamente, esta comparación que acabamos de hacer hubiera resultado del todo imposible, pues las distancias no habrían mantenido la proporcionalidad que pudimos encontrar en este escenario único en Cuba. El punto de amarre, común a la isla pequeña y a la grande, fue justamente el lugar donde se izó por primera vez en Cuba nuestra enseña nacional.
Cuando observamos la isla insertada entre el museo y el monumento a la bandera y vemos su relación con la cruz, la zona de Pinar del Río nos quedaría hacia la parte de la cabeza, donde se encuentra ubicado el museo, simbólicamente donde se controlan las ideas, y Oriente nos quedaba hacía abajo, descansando sobre la bandera.
Otra prueba que decidí realizar para confirmar hasta qué punto eran significativas las coincidencias encontradas en Cárdenas fue que, partiendo de la posición que ocupaba la estatua de Colón cuando fue colocada en el centro del parque frente a la parroquia, que hoy sería en el medio de la calle Real, fue medir la distancia desde este punto hasta el museo, y después hasta la bandera que se encuentra frente a la bahía, que según la foto que aparece más abajo corresponden con los segmentos DA y DB. -Teniendo en cuanta además nuestra comparación con la isla real, el punto «A» correspondería al extremo occidental en el cabo San Antonio, el punto «B» al extremo Este en la Punta de Maisí, y el punto «C», que en esta foto marca la ubicación original de la estatua de Colón en Cárdenas, tendría su equivalente en la estatua de Colón que está ubicada en el parque central de la ciudad de Colón. Y nos va quedando el punto «D», que es el punto donde se izó la bandera por primera vez, que sería un punto común a ambos escenarios, y desde donde también se tomaron mediciones hasta los extremos de la isla y hasta las dos estatuas de Colón antes mencionadas.
Si tratamos de ir sacando conclusiones por lo que hemos visto a lo largo del recorrido de hoy, cada uno de los puntos que se consideraron y que nos permitieron establecer la comparación entre la isla reducida que insertamos en Cárdenas, y la isla a tamaño real, vemos que si al menos uno de los puntos ubicados en Cárdenas hubiese estado desplazado unas decenas de metros de su posición actual, como la estatua de Colón que hubiera estado en otro lugar y no donde estuvo en sus inicios, dicha posición jamás nos hubiese permitido establecer el paralelismo con la actual estatua que se encuentra en la ciudad de Colón, porque solo 100 metros de diferencia en Cárdenas nos habrían representado 100 kms medidos sobre la isla. De ahí la gran importancia que tiene la ubicación de los puntos antes mencionados.
Considerando todos estos elementos es evidente que antes del 2001 este análisis hubiera sido imposible de realizar porque fue en ese año que se inauguró el Museo a la Batalla de Ideas, punto ahora indispensable para nosotros, pues su ubicación fue la que permitió marcar uno de los extremos de la isla.
Por otro lado, el regreso de Elián Gonzalez a Cuba fue lo que dio origen a la creación del museo, y el poder mirar el hecho desde otro ángulo es lo que nos permite entender por qué Fidel Castro, ajeno por completo al mecanismo oculto que trabaja continuamente guiado por las fuerzas de la justicia divina, escogió ese lugar para el museo, porque el poder de esas fuerzas, que al final siempre se impone, llegado el momento destruiría por completo el poder de sus ideas basadas en una doctrina de odio, que impone una nueva esclavitud allí donde a voces se corean cantos de libertad, que no son otra cosa que cantos de muerte. Con el regreso de Elián comenzaron las caídas de Castro y según vaticinan estas señales que vamos encontrando, la caída definitiva del comunismo en Cuba.
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Nuestro próximo encuentro en Parte 7.
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